RAMOS ARIZPE, COAH.- En respuesta a la variabilidad de las lluvias y la necesidad de asegurar el suministro de agua en las comunidades rurales, el Ayuntamiento de Ramos Arizpe está priorizando la instalación de paneles solares en los pozos de agua de los ejidos.

El alcalde Tomás Gutiérrez Merino enfatizó que esta medida busca liberar a los productores del costo de la electricidad y garantizar un abasto constante.

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“La instrucción que salió a Desarrollo Rural es que el tema del agua sea la prioridad con los apoyos que nosotros hacemos en el programa ‘Ejidos’”, explicó el Alcalde.

Los fondos, que oscilan entre 200 mil y un millón de pesos, serán destinados principalmente a la implementación de paneles solares para evitar el pago a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y asegurar suficiente agua para las actividades agrícolas y ganaderas.

Gutiérrez Merino destacó los beneficios de esta tecnología, que no solo elimina el costo de la energía eléctrica, sino que también permite el funcionamiento continuo de los pozos, incluso en días nublados, gracias a la capacidad de la electricidad almacenada y el aprovechamiento solar en la mayoría de los días soleados. Esto se traduce en “agua limpia y sobre todo a bajo costo”, con un mantenimiento mínimo y durabilidad a largo plazo.

Como parte de este programa, se ha realizado un estudio para un nuevo pozo en el ejido de Yucatán, que operará exclusivamente con energía solar. Se invertirán alrededor de 6 millones de pesos debido a la profundidad del pozo y la necesidad de depósitos de agua y sistemas de extracción.

“Vamos a tener agua en un ejido que nunca habíamos tenido, Nuevo Yucatán”, celebró el Alcalde. Se espera que las bombas y cotizaciones estén listas para que este pozo comience a funcionar a finales de este mes.

También informó sobre las acciones preventivas que se están realizando en los caminos de los ejidos, como la rehabilitación del camino a Zertuche y la comunidad de Mesillas, para asegurar el acceso y el flujo de agua en la temporada de lluvias. Estas precipitaciones, aunque no uniformes en todos los ejidos, fortalecen la tierra y benefician la producción agrícola y ganadera, recargando además los mantos acuíferos.