Sorprendido, por decir lo menos. Cuando me dijeron que habían detenido a Julio César Chávez Jr. en Los Ángeles, pensé de inmediato que otra vez había tomado alcohol, utilizado algún estupefaciente o generado algún problema, pero cuál sería mi sorpresa al enterarme que fue detenido por el servicio de inmigración estadunidense (ICE, por sus niciales en inglés). 

Y todo parece indicar que el problema aumenta día con día, pues ahora resulta que tiene nexos con el Cártel de Sinaloa y que, además, él mismo era quien torturaba a los detenidos por este grupo criminal, golpeándolos en el cuerpo al estar desnudos y amarrados de las manos. Por supuesto, desconozco si esto sea verdad o no, pero la acusación es sumamente grave.  

Lo que es un hecho es que el Jr., como lo conocemos, cualquier día llegará extraditado a México y al preguntarle a un experto en materia penal, al abogado Alonso Beceiro, me dijo en entrevista que, en su experiencia, la situación que enfrenta Julio César Chávez Jr. es verdadera y absolutamente complicada, pues los delitos son muy graves y cada uno de ellos implica muchos años de cárcel. 

Beceiro también me dijo que la sentencia puede ser de 70 o más años por cada uno de los tres delitos que se le imputan en México, y cuando le pregunté si creía que el boxeador, de 39 años, era quien torturaba a los sicarios de Los Chapitos, me contestó que eso suena más bien a leyenda urbana. 

Es decir, que la situación que enfrenta Julio César Chávez Jr. es verdaderamente complicada ante las autoridades de México. 

 Yo, como fan del boxeo, por supuesto deseo que no sea realidad, pero más lo deseo como padre de familia, lo que me identifica con el gran campeón mexicano Julio César Chávez, quien está sufriendo por esta situación legal que enfrenta su primogénito.