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Orgo-Life the new way to the future Advertising by AdpathwayEn el norte de Tanzania, en plena región del Gran Valle del Rift, se localiza uno de los cuerpos de agua más insólitos del planeta: el lago Natron.
A simple vista, su superficie teñida de rojo parece sacada de otro mundo. La intensidad del color no es una ilusión óptica ni un truco fotográfico; es el resultado de condiciones ambientales extremas que solo unos cuantos organismos pueden resistir.
A pesar de su apariencia letal, Natron es un punto clave para la biodiversidad del este africano. En especial, se ha convertido en el principal sitio de anidación del flamenco menor, especie que ha logrado adaptarse a las temperaturas, alcalinidad y niveles salinos extremos de este ecosistema.
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¿Por qué el lago Natron es rojo?
Durante la temporada seca, las altas temperaturas —que superan los 60 °C— y la elevada concentración de sales provocan la proliferación de microorganismos halófilos y cianobacterias, como la espirulina.
Estas bacterias generan pigmentos que tiñen el agua de rojo, rosa o anaranjado, dependiendo del punto de observación y la época del año.
Los flamencos menores se alimentan de estos organismos. A su vez, los pigmentos que consumen son los que tiñen sus plumas de rosado. Tres de cada cuatro flamencos menores nacen en este lago, que actúa como una barrera natural contra los depredadores debido a su química hostil.
pH similar al de la lejía
El pH del lago Natron oscila entre 9.5 y 10.5, similar al de productos de limpieza como la lejía. Sumado a esto, la salinidad extrema dificulta el desarrollo de la mayoría de las formas de vida.
No obstante, estas condiciones impiden la llegada de depredadores terrestres o aves carroñeras, lo que ha favorecido la reproducción masiva del flamenco menor.
En los márgenes del lago, los flamencos construyen nidos en forma de conos de barro endurecido. Estas estructuras se elevan sobre la superficie para proteger a los huevos de las sales, mientras el calor del entorno acelera la incubación.
¿Realmente petrifica animales?
La fama del lago como “petrificador de animales” proviene de los cuerpos encontrados en sus orillas. En realidad, los animales que mueren en sus aguas no se transforman en piedra, pero el proceso de desecación rápida y mineralización provoca que sus cadáveres se conserven de forma inusualmente intacta, dando la impresión de que fueron momificados.
Estos restos animales, a menudo encontrados con las alas extendidas o la boca abierta, se recubren con carbonatos y sodio, convirtiéndose en esculturas naturales.
El fotógrafo Nick Brandt documentó este fenómeno en su libro Across the Ravaged Land (2013), popularizando la imagen de los animales "petrificados".
Relación con el volcán Ol Doinyo Lengai
Cerca del lago se encuentra el volcán activo Ol Doinyo Lengai, conocido como “la Montaña de Dios” por el pueblo masái.
Este es el único volcán del mundo que emite lava natrocarbonatita, una sustancia que fluye negra y se solidifica blanca. La actividad geológica de esta zona es clave para mantener los manantiales alcalinos que alimentan al lago.
Amenazas y protección internacional
Pese a su dureza natural, el lago Natron enfrenta riesgos. Proyectos de infraestructura como presas hidroeléctricas o explotación de minerales han generado preocupación entre conservacionistas.
Cualquier alteración en el flujo de agua o la composición química podría afectar el delicado equilibrio ecológico.
Desde 2001, el lago fue inscrito como sitio Ramsar, dentro de la lista de humedales de importancia internacional. Esta categoría busca proteger ecosistemas estratégicos para la biodiversidad mundial.
Un laboratorio natural para la ciencia
La resistencia de los extremófilos que habitan en Natron ha captado la atención de astrobiólogos. Estos organismos podrían ofrecer pistas sobre la posibilidad de vida en ambientes similares fuera de la Tierra, como Encélado o Europa, lunas heladas de Saturno y Júpiter, respectivamente.
Al mismo tiempo, su magnetismo visual ha convertido al lago Natron en destino para fotógrafos, exploradores y científicos, pese a su acceso complicado y las duras condiciones climáticas.
bgpa