El multimillonario y filántropo, es conocido por su éxito en inversiones y su papel como figura clave en el sector energético, sin embargo, Eugene Shvidler llevaba también una vida paralela como artista abstracto. Hace dos años, su obra visual, emocional y profundamente introspectiva circuló por galerías de prestigio, despertando la atención de críticos y coleccionistas, pero sin revelar rostro ni biografía.

ES23 ha tenido una estrecha relación con el arte. Nacido en la antigua Unión Soviética, mostró desde niño un talento destacado para el dibujo y la pintura. A los diez años fue admitido en una escuela de arte en Moscú, pero su vida dio un giro al emigrar a Estados Unidos en 1989. Aunque obtuvo un MBA en la Universidad de Fordham y construyó un imperio financiero, la vocación artística nunca desapareció.

Mediante un comunicado, se destacó la vida del filántropo quien, en 2024, bajo el alias ES23, debutó con la exposición “100 Faces” en Beverly Hills, organizada por Kristy Stubbs Gallery y YaresArt.

“Más que una afición, el arte se convirtió para Shvidler en una forma de explorar su historia interior. Su obra combina teoría del color, geometría emocional y narrativa visual como herramientas para reescribir su biografía desde una perspectiva íntima. Al revelar finalmente su identidad, Shvidler no sólo se presenta como artista, sino también como un hombre que encontró en el arte una manera de completarse a sí mismo”, se consideró.

La muestra presentó retratos estilizados, cargados de color, memoria y emoción: rostros inspirados en amigos, mentores, figuras religiosas y desconocidos que marcaron su vida. Fue entonces cuando la comunidad artística comenzó a preguntarse quién estaba detrás de esa sensibilidad tan precisa y poderosa.

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