La primavera y el verano llegaron de golpe y porrazo. Juntos. Un matrimonio feliz y bueno. Quien lo hizo posible, quien lo logró, aquí entre nosotros, fue Sergio Guadarrama. Como las golondrinas de aquel viejo poema de Gustavo Adolfo Bécquer, el rector de la Universidad Tecnológica de Coahuila, unidad Ramos Arizpe, Guadarrama Cortez, las convocó para estar puntuales en su “Primer Coloquio Internacional de Primavera 2025”. Aquello fue un rotundo éxito.
En estos días de “Inteligencia Artificial” (vaya usted a saber, lector, de dicho significado) y de “comunicación en tiempo real” (¡puf! otra basura, una engañifa, pues), mi amigo Sergio Guadarrama tiene un serio problema: le gira la piedra. En lenguaje cristiano es lo siguiente: ha dedicado toda su vida a pensar, a prepararse, a ser inteligente; un intelectual. Y un intelectual es algo sencillo, un ente muy sencillo: piensa por sí mismo. Vaya, es un ser humano, una persona. Y usted lo sabe, lector, la etimología es eso, suena por sí mismo. “Per/so/nae”.
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Del 9 al 13 de junio se desarrolló en las instalaciones de la UTC en Ramos Arizpe (feudo de mi amigo el alcalde, quien trae una buena revolución en su ciudad, Tomás Gutiérrez Merino) el “Primer Coloquio Internacional de Primavera 2025”. Y claro, no puedo dejar de anotarlo: el maestro Guadarrama ancló su tirada de naipes en aquellos memorables coloquios y encuentros de los años noventa del siglo pasado, cuando las revistas “Vuelta” y “Nexos” modificaban el eje de la tierra latinoamericana e ibérica, merced a dichos coloquios, donde había un denominador común: pensar. Discurrir, filosofar, criticar, levantar polvareda con palabras...
Y caray, eso hizo en su discurso inaugural (una pieza de oratoria, de las cuales se escuchan poco en estos lares desérticos) el rector de la UTC. En apenas tres cuartillas, Sergio tuvo a bien apiñar, cortejar, pulir y hacer temblar un puñado de palabras candentes. Fuego puro en la sociedad de hoy, cuando se considera a un “celular inteligente” y no a un humano. A vuelapluma van las citas, los convocados, los seres humanos vivos (no muertos) en el verbo de Guadarrama: inició con Octavio Paz, Heráclito, “el Divino Ciego” Homero y sus poemas señeros (“La Ilíada” y “La odisea”); ¿la Biblia? Citó a esa mujer sin nombre propio, de la cual aquí le he dado cuenta a usted: la mujer de Lot. Y claro, terminó su memorable discurso con la cita de Bécquer.
Para mi desgracia, me perdí el evento in situ debido a compromisos ineludibles de trabajo y personales en la vecina ciudad de Monterrey. Pero seguí puntualmente los eventos en redes cuando el tiempo así me lo dejaba y hoy, sobre todo, tengo la versión estenográfica (imagino ya nadie sabe de lo anterior, ¡ja!) de la gran mayoría de ponencias, cátedras, sesiones y debates del Coloquio.
De entrada, en su lección inaugural, Guadarrama abrió debate con lo siguiente. Cito: “Expresaba Octavio Paz, nuestro Nobel, ‘la crítica es el elemento más importante de la modernidad’... Cuando pesamos, medimos y evaluamos el entorno que nos rodea o nos delimita, llevamos a cabo un análisis crítico: unilateral o profundo. Acto revelador de hechos basados en percepciones y especulaciones. Dentro de mí existe una rebelión tendiente a desdoblarme y a sumergirme en mi interior. Contrario a analizar desde mi óptica el exterior, me propongo de manera circunspecta, poner en duda mi quehacer, nuestro quehacer como entes educativos...”.
ESQUINA-BAJAN
¡Caramba, a otro público con semejantes reflexiones! Dicho Coloquio está enmarcado en los primeros 30 años de la UTC, semillero de más de 23 mil egresados, los cuales son la fortaleza no de Coahuila, sino de México todo. Insisto, fui invitado (deferencia inmerecida, por lo demás), pero mi agenda de compromisos en la región me lo impidió. Al momento de redactar la presente nota, he dado cuenta de las letras y reflexiones de la mayor parte de los invitados.
Noto varias sombras y fantasmas recurrentes: todo mundo habla de adaptarse a la “IA”, al metaverso, a las nuevas tecnologías (vaya usted a saber de ello, ¡puf!). E incluso, en un alarde de miedo y cobardía intelectual, alguien habló de cuándo nacería la primera computadora asesina. Caramba, qué poco se valoran los seres “inteligentes”. Sin duda, un tema polémico y perturbador. Hubo dos, a lo mucho tres humanos, los cuales hablaron de la salud mental de los universitarios (y en general), y esto, para mí, es fundamental. Igual a la dimensión humana de la ciencia y la tecnología. Según yo, fue poco explorado.
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Las empresas, las fábricas, los conglomerados industriales necesitan carne fresca de jóvenes obreros, los cuales deben incorporarse a la vida laboral lo más rápido posible. Los capitanes de empresa convocados jamás hablaron de bienestar mental, personal, satisfacción familiar, un entorno social agradable, cultura, producción y bienes culturales... en fin. Mucho por explorar. Regresaré al tema.
LETRAS MINÚSCULAS
Sergio Guadarrama toca la lira (guitarra, pues), su tesitura de voz es barítono, es un académico e intelectual de los pocos los cuales nos habitan. ¿Algún día le soltarán la Secretaría de Educación? Espere usted un tríptico aquí.