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Orgo-Life the new way to the future Advertising by AdpathwayTIJUANA.— Llantas, llantas, llantas; llantas por todos lados. Con las lluvias y el vertido de aguas residuales miles de llantas viajan a través del canal del río Tijuana de regreso a su lugar de origen. De México a Estados Unidos.
Cada vez que llueve calculamos que llegan a California entre tres mil y cinco mil llantas procedentes de Tijuana”, indicó Serge Dedina, director ejecutivo de la organización internacional Costa Salvaje.
Se trata del efecto boomerang o el karma para Estados Unidos por enviar a nuestro país llantas que no pasan sus controles de calidad y que sólo duran, en promedio, seis meses, consideró Fay Crevoshay, directora de Comunicación y Políticas Públicas de Costa Salvaje.
Explicó que estas llantas usadas en muchas ocasiones, conocidas como “gallitos”, que llegan de contrabando hormiga, tiempo después, ya inservibles, burlan el muro fronterizo de vuelta a California.
Con las lluvias van de regreso a Estados Unidos, y si no se atoran en San Diego, van a dar hasta el océano Pacífico”, detalló.
Con permisos de importación sólo cruzan por Tijuana 700 mil llantas, el resto lo hace a escondidas en autos o tráileres para evadir impuestos tanto en Estados Unidos como en México. En total, tres millones de llantas al año, según estimaciones de la propia titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Alicia Bárcena.
Yo creo que ustedes por donde vayan van a encontrar llantas; llantas, llantas, llantas, llantas; tres millones de llantas en Tijuana. No, hombre, ¿Qué es esto?”, cuestionó hace unos días Alicia Bárcena, durante la presentación de la Estrategia Nacional de Cambio Climático.
Las recicladoras en México son tan pocas —solamente una en toda la franja fronteriza del norte, desde Baja California hasta Tamaulipas—, que sólo logran reutilizar 10% de las más de 32 millones de llantas que ruedan al año en el país; 90% termina en ríos, barrancas o quemadas.
Queremos generar la responsabilidad extendida. Una persona que fabrica llantas para auto tiene que hacerse cargo de esa llanta desde su fabricación hasta su reciclaje”, adelantó la titular de la Semarnat.
Veneno en el aire
Desde lejos se observa el humo tóxico de la quema de llantas, en la carretera que conduce de Tijuana a Rosarito. Más de dos mil llantas arden sobre el camellón central desde hace una semana.
Las llantas acumuladas en este sitio son el resultado de los trabajos de limpieza realizados en el Boulevard 2000.
El humo es tan denso que se mete a los pulmones y los colapsa”, alertó Juan Antonio Balderas, presidente de la Unión de Llanteros de Tijuana.
La quema de llantas es un problema ambiental que se sufre todos los días en esta ciudad fronteriza, ya que personas en situación de calle les prende fuego para tratar de recuperar el acero y venderlo a las siderúrgicas.
Aquí está lo que quedó de las llantas, un polvo negro muy fino que con el aire vuela y contamina todo, es un veneno muy peligroso, mientras que el acero, ya incinerado, pierde propiedades, se quiebra y ya no le sirve a nadie”, advirtió el presidente de la Unión de Llanteros.
Juan Antonio Balderas, lamentó que no haya apoyo y facilidades por parte de las autoridades para instalar un centro de acopio, transferencia y reciclaje en Tijuana, que sirva para separar el caucho, el nylon y el acero de las llantas, con el fin de darles un segundo uso.
Señaló que en la actualidad, sólo hay un lugar de recolección en Mexicali, pero es necesario gastar entre 24 y 30 pesos por llanta para llevarlas hasta allá, dependiendo la logística y cuánto cobre el trailero.
En estos sitios de disposición, solamente se trituran las llantas y se venden a las cementeras para alimentar sus calderas, lo que genera también una gran emisión de contaminantes a la atmósfera.
La quema de llantas produce gases como monóxido de carbono, dióxido de carbono y dióxido de azufre, además de metales pesados y compuestos orgánicos persistentes que pueden generar enfermedades respiratorias, cardiovasculares y cáncer.
Contaminación imparable
La plaga de llantas, más la basura y las aguas negras siguen cruzando la frontera México-Estados Unidos por dos frentes, el río Tijuana y el Océano Pacífico, con todo y la reciente puesta en operación de la Planta de Aguas Residuales de San Antonio de Los Buenos, que sólo trata 800 litros por segundo de un total de mil 900 litros por segundo.
Con un vuelo de dron en la zona de Punta Bandera, Excélsior pudo constatar que un torrente de aguas residuales sigue cayendo directamente al mar en el océano Pacifico.
El fluido interminable con abundante espuma denota la presencia de tóxicos, materia orgánica y bacterias, además de que abajo, en la playa, sobre la arena, se observa una gran cantidad de residuos que van dejando las aguas negras.
Falta mucha transparencia, pero pensando que la Planta de Aguas Residuales de San Antonio de Los Buenos ya está funcionando no alcanza para tratar ni 50% de las aguas negras que por ahí circulan”, indicó Fay Crevoshay, vocera de Costa Salvaje.
Además, los dos retenedores de basura con flotadores instalados hasta ahora por la organización ambientalista en el arroyo Los Laureles y el cañón de El Pato, en la parte alta de Tijuana, no son suficientes.
Este sistema fue puesto hace cuatro años, y aquí hemos logrado detener entre dos mil y dos mil 500 llantas de todos los tamaños, antes de que lleguen al otro lado”, subrayó Juan Benítez, coordinador operativo de los sistemas de retención.